
Diario EL PERIÓDICO 17 de Febrero de 2001
Que un marido maltrate a su mujer no es novedad, ni que su mujer le denuncie. Pero si lo es que el Juez que tenía que resolver el caso aplicara los instrumentos que la Ley prevé para que el castigo sea efectivo.
Entendió que los hechos eran delito, por su repetición, entidad y naturaleza, y optó por la privación de libertad. La burla a la justicia había sido la norma en el proceder del hombre, que incumplió sistemáticamente las órdenes de alejamiento para proteger a la víctima , lo mismo sucede en el 90% de los casos similares. Ahora le toca cárcel o irse del país porque él es extranjero. Pero ese dato es irrelevante tenemos también aquí un amplio elenco de maltratadores.
Por fin se acabó la minusvaloración de esos crímenes que llevaban consigo la sensación impunidad.